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Quiero ofrecer algunos consejos prácticos de inversión para jóvenes músicos de hoy en día. La diversificación evita la incertidumbre. Aunque mis principales logros como contrabajista me han abierto muchas puertas, mis otras habilidades musicales me han abierto muchas otras. No todas las puertas llevan a alguna parte, pero cuantas más llaves consigas, más oportunidades tendrás. Y ahora que todo el mundo está confinado, me ha parecido un momento oportuno para hacer una pausa y reflexionar sobre cómo mis orígenes musicales y mis valores me han llevado por este camino. Durante mucho tiempo, me enseñaron que la imagen de un contrabajista de éxito era la de un músico de orquesta. Una vida en la que los planes de viaje, las fechas de los conciertos y las decisiones artísticas te los hacían otros. En la Escuela de Música de Yale, Don Palma desafió esa imagen: estrenó algunas de las obras más importantes de su tiempo, viajó por el mundo tocando en la Orpheus Chamber Orchestra, estudió con leyendas del jazz y ahora dirige su propia orquesta. Desafiando a la ortodoxia, mantuvo una carrera diversa y llena de obstáculos, y siempre puso la música en primer lugar. Recompuso con cariño la información dispersa que recibí durante mis estudios universitarios, animándome a ser yo: a componer, a hacer arreglos, a crear algo nuevo con el instrumento. "Con arco arriba y arco abajo —decía— sólo tocarás Beethoven". Las amenazas existenciales a nuestra industria no son nada nuevo. Cuando empecé mi posgrado, allá por 2012, la promesa de ganarse la vida con los ciclos de Beethoven se rompía mientras asistíamos a huelgas y cierres patronales de orquestas en todo Estados Unidos. Nuestras vidas serían diferentes. Se nos dijo que nos volviéramos emprendedores. Que asumiéramos la responsabilidad personal de nuestras vidas artísticas y replanteáramos nuestros objetivos en torno a "currículums-catálogo". Que tuviéramos varios flujos de ingresos para ser "demasiado pequeños para fracasar", como decía cariñosamente un profesor. Hacer un poco de esto y un poco de aquello, pero seguir siendo grandes en lo esencial. Esta nueva mentalidad de diversificación me tocó la fibra porque yo fui criado por unos manitas que hacían de todo un poco.